Excombatientes de la extinta guerrilla de las Farc vieron en el café una apuesta de cambio y construcción de paz, dejando sus armas para cultivar el grano con sabor a esperanza.

Excombatientes de la extinta guerrilla de las Farc vieron en el café una apuesta de cambio y construcción de paz, dejando sus armas para cultivar el grano con sabor a esperanza.